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Hechos 8:1-10 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Y Saulo consentía en su muerte. Y en aquel día hubo una grande persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.

2. Y unos varones piadosos llevaron a enterrar a Esteban e hicieron gran llanto sobre él.

3. Entonces Saulo asolaba la iglesia; entrando en cada casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.

4. Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando la palabra.

5. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.

6. Y las gentes, unánimes, escuchaban atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo los milagros que hacía.

7. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados,

8. así que había gran gozo en aquella ciudad.

9. Y había un hombre llamado Simón, que antes había ejercido la hechicería en aquella ciudad y que había engañado a la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande.

10. A éste oían todos atentamente desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Éste es el gran poder de Dios.

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