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Hechos 28:1-8 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta.

2. Y los nativos nos trataron con no poca humanidad, porque, encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía y del frío.

3. Entonces Pablo, habiendo recogido algunas ramas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano.

4. Y cuando los nativos vieron la víbora colgando de su mano, se decían los unos a los otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, aunque haya escapado del mar, la justicia no deja vivir.

5. Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.

6. Ellos estaban esperando que él se hinchase, o que cayese muerto de repente; pero habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.

7. En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó amistosamente tres días.

8. Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería. Pablo entró a verle y, después de haber orado, le impuso las manos y le sanó.

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