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Hechos 26:3-17 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

3. mayormente porque tú conoces todas las costumbres y cuestiones que hay entre los judíos; por lo cual, te ruego que me oigas con paciencia.

4. Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos,

5. quienes también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví como fariseo.

6. Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres, soy llamado a juicio;

7. ésta es la promesa que esperan alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo fervientemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos.

8. ¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?

9. Yo ciertamente había creído que era mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret,

10. lo cual también hice en Jerusalén; y yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido autoridad de los principales sacerdotes; y cuando los mataban, yo daba mi voto.

11. Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras.

12. Ocupado en esto, iba yo a Damasco con la autoridad y la comisión de los principales sacerdotes,

13. cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepujaba al resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo.

14. Y habiendo caído todos nosotros a tierra, oí una voz que me hablaba y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.

15. Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.

16. Pero levántate y ponte sobre tus pies; porque para esto me he aparecido a ti, para ponerte como ministro y testigo de las cosas que has visto y de aquellas en que me apareceré a ti,

17. librándote del pueblo y de los gentiles, a quienes ahora te envío,

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