Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 2:31-35 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

31. viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.

32. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

33. Así que, exaltado a la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

34. Porque David no subió a los cielos, pero él mismo dice:Dijo el Señor a mi Señor:Siéntate a mi diestra,

35. hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

Leer capítulo completo Hechos 2