24. a quien Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
25. Porque David dice de él:Veía al Señor siempre delante de mí;porque está a mi diestra, no seré conmovido.
26. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua; y aun mi carne descansará en esperanza,
27. porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.