5. y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios, y de los poderes del mundo venidero,
6. y cayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, puesto que crucifican de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y le exponen a vituperio.
7. Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios;
8. pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, y está próxima a ser maldecida; y su fin es el ser quemada.
9. Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así.
10. Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo ministrado y ministrando aún a los santos.
11. Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma diligencia hasta el fin, para el pleno cumplimiento de la esperanza,
12. a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
13. Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,
14. diciendo: De cierto, te bendeciré grandemente y te multiplicaré en gran manera.
15. Y habiendo esperado con gran paciencia, alcanzó la promesa.
16. Porque los hombres ciertamente por uno mayor que ellos juran; y el fin de todas sus controversias es el juramento para confirmación.