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Hebreos 13:8-15 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

8. Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y por los siglos.

9. No seáis llevados de acá para allá por doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón en la gracia, y no en los alimentos que nunca aprovecharon a los que se ocuparon de ellos.

10. Tenemos un altar, del cual no tienen derecho a comer los que sirven al tabernáculo.

11. Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre, por el pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento.

12. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta de la ciudad.

13. Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio.

14. Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir.

15. Así que, por medio de él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, a saber, fruto de labios que confiesen su nombre.

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