Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hebreos 12:16-28 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

16. que ninguno sea fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.

17. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado porque no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con lágrimas.

18. Porque no os habéis acercado al monte que se podía tocar, ni al fuego ardiente, ni a las tinieblas, ni a la oscuridad, ni a la tempestad,

19. ni al sonido de la trompeta ni a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no les hablase más;

20. porque no podían soportar lo que se mandaba: Si aun una bestia toca el monte, será apedreada o traspasada con dardo.

21. Y tan terrible era lo que se veía que Moisés dijo: Estoy aterrado y temblando.

22. Pero vosotros os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial, y a la compañía de muchos millares de ángeles,

23. y a la asamblea y a la iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos perfectos,

24. y a Jesús el Mediador del nuevo convenio, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

25. Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desechamos al que amonesta desde los cielos.

26. La voz del que conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez más, y haré temblar no solamente la tierra, sino también el cielo.

27. Y esta frase: Aún una vez más, indica claramente la remoción de las cosas que pueden ser removidas, como las cosas creadas, para que permanezcan las cosas que no pueden ser removidas.

28. Así que, recibiendo nosotros el reino inconmovible, retengamos la gracia por la cual vamos a servir a Dios, agradándole con temor y reverencia;

Leer capítulo completo Hebreos 12