Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Gálatas 2:9-16 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

9. y reconociendo la gracia que se me había dado, Jacobo, y Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé, la diestra en señal de compañerismo para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a los de la circuncisión.

10. Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres, lo cual también fui solícito en hacer.

11. Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar.

12. Porque antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, pues tenía miedo a los que eran de la circuncisión.

13. Y en su simulación consentían también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.

14. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?

15. Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles,

16. sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada.

Leer capítulo completo Gálatas 2