Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Gálatas 2:1-7 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén juntamente con Bernabé, llevando también conmigo a Tito.

2. Y subí por revelación, y expuse el evangelio que predico entre los gentiles, en privado, a los que parecían ser personas importantes, para no correr o haber corrido en vano.

3. Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo, siendo griego, fue obligado a circuncidarse.

4. Y eso a pesar de los falsos hermanos, que entraban secretamente para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud;

5. a quienes ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros.

6. Pero de los que parecían ser importantes (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), ciertamente los que parecían ser importantes nada nuevo me añadieron.

7. Antes por el contrario, como vieron que se me había encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión

Leer capítulo completo Gálatas 2