Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Gálatas 1:8-20 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

8. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

9. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os anunciare un evangelio diferente del que habéis recibido, sea anatema.

10. Porque, ¿persuado yo ahora a los hombres o a Dios?, ¿o busco agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

11. Pero os hago saber, hermanos, que el evangelio que ha sido anunciado por mí no es según el hombre;

12. pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.

13. Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios y la asolaba;

14. y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.

15. Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,

16. revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté de inmediato con carne y sangre,

17. ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.

18. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días.

19. Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo, el hermano del Señor.

20. Y en esto que os escribo, he aquí, delante de Dios, no miento.

Leer capítulo completo Gálatas 1