8. quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.
9. Por lo cual también nosotros, desde el día en que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual;
10. para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
11. fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad, con gozo,
12. dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
13. que nos ha librado del poder de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo,