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Apocalipsis 13 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Y yo me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos tenía diez diademas, y sobre las cabezas de ella, nombres de blasfemia.

2. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies eran como de oso, y su boca, como boca de león. Y el dragón le dio su poder, y su trono y gran autoridad.

3. Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue curada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia.

4. Y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá luchar contra ella?

5. También le fue dada una boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y le fue dada autoridad para actuar cuarenta y dos meses.

6. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, y de su tabernáculo y de los que moran en el cielo.

7. Y le fue dado hacer la guerra contra los santos, y vencerlos. También le fue dada autoridad sobre toda tribu, y pueblo, y lengua y nación.

8. Y la adoraron todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.

9. Si alguno tiene oído, oiga.

10. Si alguno lleva a la cautividad, irá a la cautividad; si alguno mata a espada, a espada morirá. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.

11. Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón.

12. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella; y hace que la tierra y sus moradores adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue curada.

13. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.

14. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha concedido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que hagan una imagen de la bestia que tenía la herida de espada, y vivió.

15. Y le fue concedido que diese aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hablase e hiciese que todos los que no adorasen la imagen de la bestia fuesen muertos.

16. Y hacía que a todos, a pequeños y a grandes, a ricos y a pobres, a libres y a esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha o en la frente;

17. y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviera la marca, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.

18. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, porque es número de hombre; y su número es seiscientos sesenta y seis.