Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Tesalonicenses 2:1-8 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Porque, hermanos, vosotros mismos sabéis que nuestra visita a vosotros no fue en vano,

2. pues aun habiendo padecido antes, y sido afrentados en Filipos, como sabéis, tuvimos valentía en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.

3. Porque nuestra exhortación no procedió de error, ni de impureza, ni fue por engaño,

4. sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que examina nuestros corazones.

5. Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo;

6. ni buscamos gloria de los hombres, ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.

7. Antes bien, fuimos afectuosos entre vosotros como la que cría con ternura a sus hijos.

8. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, porque habéis llegado a sernos muy queridos.

Leer capítulo completo 1 Tesalonicenses 2