10. Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
11. A él sean la gloria y el dominio para siempre. Amén.
12. Por conducto de Silvano, a quien considero un hermano fiel, os he escrito brevemente, amonestándoos y testificando que ésta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis.
13. La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos, mi hijo, os saludan.
14. Saludaos unos a otros con un beso de amor. La paz sea con todos vosotros los que estáis en Jesucristo. Amén.