Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Corintios 3:4-18 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

4. Porque diciendo uno: Yo ciertamente soy de Pablo, y otro: Yo de Apolos, ¿no sois carnales?

5. ¿Qué, pues, es Pablo? ¿Y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno ha concedido el Señor.

6. Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.

7. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.

8. Y el que planta y el que riega son una misma cosa, aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.

9. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios sois.

10. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo edifica sobre él.

11. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el que es Jesucristo.

12. Y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,

13. la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la descubrirá, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno, sea cual sea, el fuego la pondrá a prueba.

14. Si permanece la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.

15. Si la obra de alguno fuere quemada, sufrirá pérdida; pero él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

16. ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

17. Si alguno profanare el templo de Dios, Dios le destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

18. Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este mundo, hágase ignorante para llegar a ser sabio.

Leer capítulo completo 1 Corintios 3