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Nuevo Testamento

Salmos 68 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan de su presencia los que le aborrecen.

2. Como se disipa el humo, los disiparás; como se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los malvados delante de Dios.

3. Mas los justos se alegrarán; se regocijarán delante de Dios y saltarán de alegría.

4. Cantad a Dios, cantad cánticos a su nombre; ensalzad al que cabalga sobre los cielos, cuyo nombre es Jah, y regocijaos delante de él.

5. Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada.

6. Dios hace habitar en familia a los solitarios; saca a los cautivos a prosperidad, mas los rebeldes habitan en tierra árida.

7. Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, Selah

8. la tierra tembló; también se derramaron los cielos ante la presencia de Dios; el Sinaí mismo tembló delante de Dios, del Dios de Israel.

9. Abundante lluvia esparciste, oh Dios; a tu heredad desfallecida tú la reanimaste.

10. Los que son de tu grey han morado en ella; por tu bondad, oh Dios, has provisto para el pobre.

11. El Señor daba la palabra; había gran multitud que llevaba buenas nuevas.

12. Huyeron, huyeron reyes de ejércitos, y las que se quedaban en casa repartían los despojos.

13. Aunque os recostáis entre los tiestos, seréis como alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas con la amarillez del oro.

14. Cuando esparció el Omnipotente a los reyes allí, fue como la nieve en el monte Salmón.

15. Monte de Dios es el monte de Basán, monte alto el de Basán.

16. ¿Por qué miráis con envidia, oh montes altos, al monte que deseó Dios para su morada? Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.

17. Los carros de Dios son veinte mil, sí, millares de millares; el Señor está entre ellos, como en el Sinaí, en el lugar santo.

18. Subiste a lo alto, tomaste cautiva. Tomaste dones de entre los hombres y también de entre los rebeldes, para que habite entre ellos Jah Dios.

19. Bendito sea el Señor; cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salvación. Selah

20. El Dios nuestro es un Dios de salvación, y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.

21. Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, la testa cabelluda del que camina en sus pecados.

22. El Señor dijo: De Basán te haré volver; te haré volver de las profundidades del mar,

23. para que tu pie se empape en la sangre de tus enemigos, y con ella la lengua de tus perros.

24. Ellos han visto tu andar, oh Dios, el andar de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.

25. Los cantores iban delante, los músicos detrás; en medio, las doncellas con panderos.

26. Bendecid a Dios en las congregaciones, a Jehová, vosotros de la estirpe de Israel.

27. Allí está el joven Benjamín, dirigiéndolos, los príncipes de Judá con su congregación, los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.

28. Tu Dios ha mandado tu fuerza; confirma, oh Dios, lo que has hecho por nosotros.

29. Por causa de tu templo, en Jerusalén, los reyes te traerán presentes.

30. Reprende las fieras que moran en los cañaverales, la manada de toros bravos con los becerros de los pueblos, hasta que todos se sometan con sus piezas de plata; dispersa a los pueblos que se complacen en la guerra.

31. Vendrán príncipes de Egipto; Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios.

32. Reinos de la tierra, cantad a Dios; cantad alabanzas al Señor, Selah

33. al que cabalga sobre los cielos de los cielos que son desde la antigüedad; he aquí, él da su voz, voz poderosa.

34. Atribuid el poder a Dios; sobre Israel es su magnificencia, y su poder está en los cielos.

35. Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios; el Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo. Bendito sea Dios.