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Salmos 22:4-22 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

4. En ti confiaron nuestros padres; confiaron, y tú los libraste.

5. Clamaron a ti y fueron librados; confiaron en ti y no fueron avergonzados.

6. Mas yo soy gusano y no hombre, oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.

7. Todos los que me ven me escarnecen; hacen muecas con los labios, menean la cabeza, diciendo:

8. Se encomienda a Jehová; que él lo rescate; sálvele, puesto que en él se complacía.

9. Pero tú eres el que me sacó del vientre, el que me hizo confiar desde que estaba a los pechos de mi madre.

10. A ti fui encomendado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

11. No te alejes de mí, porque la angustia está cerca, y no hay quien ayude.

12. Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado.

13. Abrieron sobre mí su boca, como león rapaz y rugiente.

14. Derramado soy como el agua, y todos mis huesos se descoyuntan; mi corazón es como cera, derritiéndose en medio de mis entrañas.

15. Como un tiesto se ha secado mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.

16. Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies.

17. Contar puedo todos mis huesos; ellos me miran y me observan.

18. Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.

19. Mas tú, oh Jehová, no te alejes. Oh fortaleza mía, apresúrate a ayudarme.

20. Libra de la espada mi alma, de la garra del perro mi vida.

21. Sálvame de la boca del león. De los cuernos de los toros salvajes me has rescatado.

22. Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.

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