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Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 19 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento proclama la obra de sus manos.

2. Día a día emite palabra a otro día, y noche a noche declara sabiduría.

3. No hay lenguaje ni palabras, ni es oída su voz.

4. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol;

5. y éste, como esposo que sale de su alcoba, se regocija cual hombre fuerte al correr su carrera.

6. De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el término de ellos. Nada hay que se esconda de su calor.

7. La ley de Jehová es perfecta: convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel: hace sabio al sencillo.

8. Los preceptos de Jehová son rectos: alegran el corazón. El mandamiento de Jehová es puro: alumbra los ojos.

9. El temor de Jehová es limpio: permanece para siempre; los decretos de Jehová son verdaderos: todos justos.

10. Deseables son más que el oro, sí, más que mucho oro refinado; y dulces más que la miel, y que el destilar del panal.

11. Tu siervo es, además, amonestado por ellos; en guardarlos hay gran galardón.

12. ¿Quién puede discernir sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.

13. Guarda, asimismo, a tu siervo de los pecados de soberbia, que no se enseñoreen de mí. Entonces seré íntegro y estaré libre de gran transgresión.

14. Sean las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón gratas delante de ti, oh Jehová, roca mía y redentor mío.