Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 119:129-141 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

129. Maravillosos son tus testimonios, por eso, los guarda mi alma.

130. La exposición de tus palabras da luz; hace entender a los ingenuos.

131. Mi boca abrí y suspiré, porque anhelaba tus mandamientos.

132. Mírame y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre.

133. Afirma mis pasos con tu palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

134. Líbrame de la opresión de los hombres, y guardaré tus preceptos.

135. Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo, y enséñame tus estatutos.

136. Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.

137. Justo eres tú, oh Jehová, y rectos tus juicios.

138. Tus testimonios, que has mandado, son rectos y muy fieles.

139. Mi celo me ha consumido, porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

140. Sumamente pura es tu palabra, y la ama tu siervo.

141. Pequeño soy yo y despreciado, mas no me he olvidado de tus preceptos.

Leer capítulo completo Salmos 119