120. Mi carne se estremece por temor de ti, y de tus juicios tengo miedo.
121. Juicio y justicia he hecho; no me abandones a mis opresores.
122. Sé fiador de tu siervo para bien; no me opriman los soberbios.
123. Mis ojos desfallecen por tu salvación y por la palabra de tu justicia.
124. Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.
125. Tu siervo soy yo; dame entendimiento para conocer tus testimonios.
126. Tiempo es de actuar, oh Jehová, porque han quebrantado tu ley.
127. Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que el oro refinado.
128. Por eso estimo rectos todos tus preceptos; aborrezco todo camino de falsedad.
129. Maravillosos son tus testimonios, por eso, los guarda mi alma.
130. La exposición de tus palabras da luz; hace entender a los ingenuos.
131. Mi boca abrí y suspiré, porque anhelaba tus mandamientos.
132. Mírame y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre.