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Salmos 104:18-32 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

18. Los montes altos son para las cabras monteses; las peñas, para madrigueras de los conejos.

19. Hizo la luna para los tiempos; el sol conoce su ocaso.

20. Pones las tinieblas, y es la noche; en ella corretean todas las bestias de la selva.

21. Los leoncillos rujen tras la presa, y buscan de Dios su comida.

22. Sale el sol, se recogen, y se echan en sus guaridas.

23. Sale el hombre a su labor, y a su labranza hasta la tarde.

24. ¡Cuán numerosas son tus obras, oh Jehová! Las has hecho todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus creaciones.

25. Éste es el grande y ancho mar, en donde hay seres innumerables, seres pequeños y grandes.

26. Allí surcan las naves, y el leviatán que hiciste para que jugase en él.

27. Todos ellos esperan en ti, para que les des la comida a su tiempo.

28. Tú les das y ellos recogen; abres tu mano y se sacian de bien.

29. Escondes tu rostro, ellos se turban; les quitas el aliento, fenecen y vuelven a ser polvo.

30. Envías tu espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra.

31. Sea la gloria de Jehová para siempre; regocíjese Jehová en sus obras.

32. Él mira la tierra, y ella tiembla; toca los montes, y humean.

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