16. antes dejaréis caer a propósito de los manojos, y la dejaréis que espigue y no la reprendáis.
17. Y espigó en el campo hasta el atardecer y desgranó lo que había recogido, y fue como un efa de cebada.
18. Y lo tomó y se fue a la ciudad, y su suegra vio lo que había recogido. Sacó también luego lo que le había sobrado después de haberse saciado, y se lo dio.
19. Y le dijo su suegra: ¿Dónde has espigado hoy? ¿Y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha reconocido. Y ella contó a su suegra lo que le había acontecido y dijo: El nombre del varón con quien hoy he trabajado es Booz.