18. Porque hay ira, cuídate, no sea que la ira te induzca a burlarte, y que la grandeza del rescate te extravíe.
19. ¿Hará él estima de tus riquezas? No, ni del oro ni de todas las fuerzas del poder.
20. No anheles la noche, cuando desaparecen los pueblos de su lugar.