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Jeremías 4:3-16 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

3. Porque así dice Jehová a todo hombre de Judá y de Jerusalén: Arad campo para vosotros y no sembréis entre espinos.

4. Circuncidaos para Jehová y quitad el prepucio de vuestro corazón, hombres de Judá y moradores de Jerusalén, no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.

5. Anunciad en Judá, y proclamad en Jerusalén y decid: Tocad trompeta en la tierra. Pregonad y decid: Reuníos, y entremos en las ciudades fortificadas.

6. Alzad bandera hacia Sión, buscad refugio, no os detengáis, porque yo hago venir del norte mal y quebrantamiento grande.

7. El león sube de la espesura, el destructor de naciones está en marcha; ha salido de su lugar para poner tu tierra en desolación; tus ciudades quedarán asoladas y sin morador.

8. Por esto vestíos de cilicio, lamentaos y aullad, porque la ardiente ira de Jehová no se ha apartado de nosotros.

9. Y acontecerá en aquel día, dice Jehová, que desfallecerá el corazón del rey y el corazón de los príncipes; y los sacerdotes estarán atónitos, y se consternarán los profetas.

10. Y dije: ¡Ay, Jehová Dios! Verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: Paz tendréis, pues la espada ha entrado hasta el alma.

11. En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: Un viento abrasador de las alturas del desierto viene a la hija de mi pueblo, no para aventar ni para limpiar.

12. Un viento más fuerte que éste vendrá a mí; y ahora yo pronunciaré juicios contra ellos.

13. He aquí que subirá como las nubes, y sus carros como torbellino; más ligeros son sus caballos que las águilas. ¡Ay de nosotros, porque dados somos al despojo!

14. Lava maldad tu corazón de la maldad, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo albergarás en medio de ti los pensamientos de iniquidad?

15. Porque una voz trae las nuevas desde Dan y hace oír la calamidad desde los montes de Efraín.

16. Decid a las naciones; he aquí, haced oír sobre Jerusalén: Sitiadores vienen de tierra lejana y darán su voz contra las ciudades de Judá.

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