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Jeremías 4:27-31 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

27. Porque así dijo Jehová: Toda la tierra será asolada, pero no la destruiré del todo.

28. Por esto la tierra estará de duelo, y los cielos arriba se oscurecerán, porque he hablado, lo he pensado, y no me arrepentiré ni me volveré de ello.

29. Al estruendo de la gente de a caballo y de los flecheros huye toda la ciudad; entran en las espesuras de los bosques y suben a los peñascos; toda ciudad es abandonada y no queda en ellas hombre alguno.

30. Y tú, devastada, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menosprecian tus amantes; buscan tu vida.

31. Porque oí una voz como de mujer que está de parto, angustia como de primeriza; es la voz de la hija de Sión que jadea y extiende sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí!, pues mi alma desfallece a causa de los asesinos.

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