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Habacuc 3:9-17 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

9. Se desnudó enteramente tu arco, según los juramentos de las saetas de tu palabra. Selah Hendiste la tierra con ríos.

10. Te vieron los montes y temblaron; pasó la inundación de las aguas; el abismo dio su voz; a lo alto alzó sus manos.

11. El sol y la luna se detuvieron en su cenit; a la luz de tus saetas anduvieron y al resplandor de tu refulgente lanza.

12. Con ira hollaste la tierra; con furor trillaste las naciones.

13. Saliste para salvar a tu pueblo, para salvar con tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del malvado, descubriendo el cimiento hasta el cuello. Selah

14. Traspasaste con sus propias saetas las cabezas de sus guerreros, que como tempestad acometieron para dispersarme; su regocijo era como para devorar al pobre encubiertamente.

15. Caminaste en el mar con tus caballos, sobre la mole de las grandes aguas.

16. Oí, y se conmovieron mis entrañas; a la voz temblaron mis labios; pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí. Tranquilo espero el día de la angustia que vendrá sobre el pueblo que nos ataca.

17. Aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimento, y las ovejas sean quitadas del redil y no haya vacas en los establos,

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