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Génesis 44:7-18 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

7. Y ellos le respondieron: ¿Por qué dice mi señor tales cosas? Nunca tal cosa hagan tus siervos.

8. He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán. ¿Cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata u oro?

9. Aquel de tus siervos en quien sea hallada la copa, que muera, y aun nosotros seremos esclavos de mi señor.

10. Y él dijo: También ahora sea conforme a vuestras palabras; aquel en quien se halle será mi esclavo, y vosotros seréis sin culpa.

11. Ellos entonces se dieron prisa, y bajando cada uno su costal en tierra, abrió cada cual su costal.

12. Y buscó; desde el mayor comenzó y acabó en el menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín.

13. Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad.

14. Y llegó Judá con sus hermanos a casa de José, que aún estaba allí, y se postraron delante de él en tierra.

15. Y les dijo José: ¿Qué acción es ésta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar?

16. Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos? ¿O con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos; he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquel en cuyo poder fue hallada la copa.

17. Y él respondió: Nunca haga yo tal cosa. El hombre en cuyo poder fue hallada la copa, él será mi esclavo; vosotros id en paz a vuestro padre.

18. Entonces Judá se acercó a él y le dijo: Ay, señor mío, te ruego que permitas a tu siervo hablar una palabra a oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues tú eres como Faraón.

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