Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Génesis 31:39-51 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

39. Nunca te traje lo arrebatado por las fieras; yo pagaba el daño; lo hurtado, así de día como de noche, de mi mano lo reclamabas.

40. Me encontraba que de día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos.

41. Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas y seis años por tu ganado; y has cambiado mi salario diez veces.

42. Si el Dios de mi padre, el Dios de Abraham y el temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero vio Dios mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.

43. Y respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío. ¿Y qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas o a sus hijos que ellas han dado a luz?

44. Ven, pues, ahora, hagamos pacto tú y yo; y sea por testimonio entre tú y yo.

45. Entonces Jacob tomó una piedra y la levantó por señal.

46. Y dijo Jacob a sus hermanos: Recoged piedras. Y tomaron piedras e hicieron un montón; y comieron allí sobre aquel montón.

47. Y lo llamó Labán Jegar Sahaduta; y lo llamó Jacob Galaad.

48. Porque Labán dijo: Este montón de piedras es testigo hoy entre tú y yo. Por eso fue llamado su nombre Galaad.

49. Y Mizpa, por cuanto dijo: Vigile Jehová entre tú y yo cuando nos apartemos el uno del otro.

50. Si afligieres a mis hijas o si tomares otras esposas además de mis hijas, nadie está con nosotros; mira, Dios es testigo entre tú y yo.

51. Dijo más Labán a Jacob: He aquí este montón de piedras, y he aquí esta señal que he erigido entre tú y yo.

Leer capítulo completo Génesis 31