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Ezequiel 31:3-7 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

3. He aquí, el asirio era cedro en el Líbano, de hermosas ramas, y frondoso, de amplia sombra y de gran altura; y su copa estaba entre densas ramas.

4. Las aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el abismo; sus ríos corrían alrededor de su pie, y a todos los árboles del campo enviaba sus corrientes.

5. Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y se multiplicaron sus ramas; y a causa de las muchas aguas, se extendieron sus ramas que había echado.

6. En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y a su sombra habitaban muchas naciones.

7. Se hizo, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas, porque su raíz estaba junto a muchas aguas.

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