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Ezequiel 3:11-17 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

11. Y ve, acércate a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y háblales y diles: Así ha dicho Jehová el Señor, ya sea que escuchen o dejen de escuchar.

12. Y el espíritu me levantó, y oí detrás de mí una voz de gran estruendo, que decía: Bendita sea la gloria de Jehová desde su lugar.

13. Oí también el ruido de las alas de los seres vivientes que se tocaban la una con la otra, y el ruido de las ruedas delante de ellos y el ruido de gran estruendo.

14. Y el espíritu me levantó y me llevó; y fui en amargura, en la indignación de mi espíritu, mas la mano de Jehová era fuerte sobre mí.

15. Y vine a los cautivos en Tel-abib, que moraban junto al río Quebar, y me senté donde ellos estaban sentados, y allí permanecí siete días, atónito, entre ellos.

16. Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

17. Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca y los amonestarás de mi parte.

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