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Ezequiel 22:18-31 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

18. Hijo de hombre, la casa de Israel se me ha convertido en escoria; todos ellos son bronce, y estaño, y hierro y plomo en medio del horno; escoria de plata son.

19. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto todos vosotros os habéis convertido en escoria, por tanto, he aquí que yo os reuniré en medio de Jerusalén.

20. Como quien junta plata, y bronce, y hierro, y plomo y estaño en medio del horno, para encender fuego en él para fundirlos; así os juntaré en mi furor y en mi ira, y os juntaré allí y os fundiré.

21. Y os juntaré y soplaré sobre vosotros en el fuego de mi furor, y en medio de él seréis fundidos.

22. Como se funde la plata en medio del horno, así seréis fundidos en medio de él; y sabréis que yo, Jehová, habré derramado mi enojo sobre vosotros.

23. Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

24. Hijo de hombre, di a ella: Tú eres tierra que no ha sido purificada ni mojada con lluvia en el día de la indignación.

25. Hay conspiración de sus profetas en medio de ella, como león rugiente que arrebata la presa; han devorado almas, han tomado riquezas y cosas preciosas, y han multiplicado sus viudas en medio de ella.

26. Sus sacerdotes han violado mi ley y han profanado mis cosas sagradas; entre lo sagrado y lo profano no han hecho diferencia ni han enseñado a distinguir entre lo inmundo y lo limpio; y de mis días de reposo han escondido sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos.

27. Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa para derramar sangre, y para destruir las almas, a fin de obtener ganancias deshonestas.

28. Y sus profetas recubrían con lodo suelto, viendo visiones falsas y adivinándoles mentira, diciendo: Así ha dicho Jehová el Señor; y Jehová no había hablado.

29. El pueblo de la tierra oprimía y cometía robo. Y al afligido y al menesteroso ha maltratado y al extranjero ha oprimido sin derecho.

30. Y busqué entre ellos un hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese, pero no lo hallé.

31. Por tanto, derramé sobre ellos mi indignación; con el fuego de mi ira los consumí. Puse el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice Jehová el Señor.

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