Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 21:3-21 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

3. y dirás a la tierra de Israel: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo estoy contra ti, y sacaré mi espada de su vaina y talaré de ti al justo y al malvado.

4. Y por cuanto he de talar de ti al justo y al malvado, por tanto, mi espada saldrá de su vaina contra toda carne, desde el sur hasta el norte;

5. y sabrá toda carne que yo, Jehová, saqué mi espada de su vaina; no la envainaré más.

6. Y tú, hijo de hombre, gime con quebranto de lomos y con amargura; gime delante de los ojos de ellos.

7. Y sucederá que cuando te digan: ¿Por qué gimes tú? Dirás: Por la noticia que viene; y todo corazón desfallecerá, y todas las manos se debilitarán, y se angustiará todo espíritu, y todas las rodillas se volverán como agua; he aquí que viene, y se hará, dice Jehová el Señor.

8. Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

9. Hijo de hombre, profetiza y di: Así ha dicho Jehová: Di: ¡La espada, la espada está afilada y también pulida!

10. Para la matanza está afilada; pulida está para que relumbre. ¿Hemos de alegrarnos, cuando ha despreciado al cetro de mi hijo como a un palo cualquiera?

11. Y la dio a pulir para tenerla a mano; la espada está afilada, y pulida está ella para entregarla en manos del verdugo.

12. Clama y gime, oh hijo de hombre, porque ésta estará contra mi pueblo; estará contra todos los príncipes de Israel. Serán arrojados a la espada junto con mi pueblo; por tanto, golpéate el muslo,

13. porque es el tiempo de las pruebas. ¿Y qué, si la espada desprecia aun al cetro? Él no será más, dice Jehová el Señor.

14. Tú, pues, hijo de hombre, profetiza y bate una mano contra otra, y dóblese la espada la tercera vez, la espada de la matanza; ésta es la espada de la gran matanza que los tiene rodeados,

15. para que el corazón desmaye y las piedras de tropiezo se multipliquen; en todas las puertas de ellos he puesto matanza de espada. ¡Ah!, está hecha para centellear, y preparada para la matanza.

16. Ve a un lado o al otro, a la derecha o a la izquierda, hacia donde tu rostro determine.

17. Y yo también batiré mano contra mano y haré reposar mi ira. Yo, Jehová, he hablado.

18. Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

19. Y tú, hijo de hombre, trázate dos caminos por donde venga la espada del rey de Babilonia; de una misma tierra salgan ambos; haz una señal; hazla al principio del camino a la ciudad.

20. El camino trazarás por donde venga la espada a Rabá de los hijos de Amón, y a Judá que está en la fortificada Jerusalén.

21. Porque el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada, al principio de los dos caminos, para usar de adivinación; ha sacudido las saetas, consultó a los ídolos, miró el hígado.

Leer capítulo completo Ezequiel 21