Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 16:1-19 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

2. Hijo de hombre, da a conocer a Jerusalén sus abominaciones,

3. y di: Así ha dicho Jehová el Señor sobre Jerusalén: Tu origen y tu nacimiento son de la tierra del cananeo; tu padre era amorreo y tu madre hetea.

4. Y en cuanto a tu nacimiento, el día en que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con agua para limpiarte, ni frotada con sal ni fuiste envuelta en pañales.

5. No hubo ojo que se compadeciese de ti, para hacerte algo de eso, teniendo de ti misericordia, sino que fuiste echada sobre la faz del campo, con desprecio por tu vida, el día en que naciste.

6. Y yo pasé junto a ti, y te vi agitándote en tu propia sangre y te dije: En tu propia sangre, vive; vive, te dije, en tu propia sangre.

7. Te hice multiplicar como la hierba del campo; y creciste, y te hiciste grande y llegaste a ser mujer hermosa; tus pechos se formaron, y tu pelo creció, pero tú estabas desnuda y descubierta.

8. Y pasé yo junto a ti y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti y cubrí tu desnudez; y te hice juramento y entré en convenio contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía.

9. Y te lavé con agua, y lavé tu sangre de encima de ti y te ungí con aceite;

10. y te puse un vestido bordado, y te calcé de tejón, y te ceñí de lino fino y te cubrí de seda.

11. Y te atavié con ornamentos, y puse brazaletes en tus brazos y un collar en tu cuello;

12. y puse un anillo en tu nariz, y zarcillos en tus orejas y una hermosa corona en tu cabeza.

13. Y fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, y de seda y bordado; comiste flor de harina, y miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo y prosperaste hasta llegar a reinar.

14. Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura, porque era perfecta por el esplendor que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor.

15. Pero confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya fuiste.

16. Y tomaste de tus vestidos, y te hiciste lugares altos de diversos colores y te prostituiste en ellos. ¡Cosa semejante nunca había sucedido ni volverá a suceder!

17. Tomaste asimismo tus bellas joyas de mi oro y de mi plata, que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombres y te prostituiste con ellas.

18. Y tomaste tus vestidos bordados y las cubriste, y mi aceite y mi incienso pusiste delante de ellas.

19. Mi pan también, que yo te había dado, la flor de harina, y el aceite y la miel con que yo te alimentaba, pusiste delante de ellas para olor grato; y fue así, dice Jehová el Señor.

Leer capítulo completo Ezequiel 16