1. Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:
2. Hijo de hombre, tú habitas en medio de una casa rebelde; tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen, porque son una casa rebelde.
3. Por tanto, tú, hijo de hombre, prepárate enseres de destierro y sal de día a la vista de ellos. Y te pasarás de tu lugar a otro lugar a la vista de ellos; tal vez lo consideren, aunque son una casa rebelde.