Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 10:11-22 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

11. Cuando andaban, hacia sus cuatro costados andaban; no se desviaban cuando andaban, sino que al lugar adonde la cabeza se dirigía, en pos de ella iban; no se desviaban cuando andaban.

12. Y todo su cuerpo, y sus espaldas, y sus manos, y sus alas y las ruedas, las ruedas de los cuatro, estaban llenas de ojos alrededor.

13. A las ruedas, oyéndolo yo, se las llamaba: ¡Rueda!

14. Y cada uno tenía cuatro caras. La primera cara era de querubín; y la segunda cara, de hombre; y la tercera cara, de león; y la cuarta cara, de águila.

15. Y se levantaron los querubines; este es el ser viviente que vi en el río Quebar.

16. Y cuando andaban los querubines, andaban las ruedas junto con ellos; y cuando los querubines alzaban sus alas para elevarse de la tierra, las ruedas no se apartaban de ellos.

17. Cuando se detenían ellos, se detenían ellas, y cuando ellos se elevaban, se elevaban con ellos, porque el espíritu del ser viviente estaba en ellas.

18. Entonces la gloria de Jehová salió de sobre el umbral de la casa y se puso sobre los querubines.

19. Y alzando los querubines sus alas, se elevaron de la tierra delante de mis ojos; cuando ellos salieron, también salieron las ruedas que estaban con ellos; y se detuvieron a la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehová, y la gloria del Dios de Israel estaba por encima, sobre ellos.

20. Este era el ser viviente que vi debajo del Dios de Israel en el río Quebar; y me di cuenta de que eran querubines.

21. Cada uno tenía cuatro caras y cada uno cuatro alas, y figuras de manos humanas debajo de sus alas.

22. Y la semejanza de sus caras era la de las caras que vi junto al río Quebar, su misma apariencia y su ser; cada uno caminaba derecho hacia delante.

Leer capítulo completo Ezequiel 10