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Ezequiel 1:2-19 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

2. A los cinco días del mes, en el quinto año del cautiverio del rey Joaquín,

3. vino directamente la palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; y vino allí sobre él la mano de Jehová.

4. Y miré, y he aquí, un viento tempestuoso venía del norte, una gran nube y un fuego relampagueante, y alrededor de él un resplandor, y en medio del fuego algo que parecía como de ámbar,

5. y en medio de ella, la figura de cuatro seres vivientes. Y ésta era su apariencia: había en ellos semejanza de hombre.

6. Y cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.

7. Y las piernas de ellos eran derechas, y la planta de sus pies como planta de pezuña de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.

8. Y debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y los cuatro tenían sus caras y sus alas.

9. Con las alas se tocaban el uno al otro. No se desviaban cuando andaban; cada uno caminaba derecho hacia delante.

10. Y el aspecto de sus caras era como cara de hombre, y cara de león en el lado derecho de los cuatro, y cara de buey en el lado izquierdo de los cuatro; asimismo los cuatro tenían cara de águila.

11. Así eran sus caras; y sus alas estaban extendidas hacia arriba; dos de las cuales se tocaban entre sí y con las otras dos cubrían sus cuerpos.

12. Y cada uno caminaba derecho hacia delante; hacia donde el espíritu los llevaba, ellos iban; cuando andaban, no se desviaban.

13. En cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su apariencia era como de carbones de fuego encendidos, como la apariencia de antorchas que se movían entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.

14. Y los seres vivientes corrían y regresaban a semejanza de relámpagos.

15. Y miré a los seres vivientes, y he aquí, una rueda en la tierra junto a los seres vivientes con sus cuatro caras.

16. Y el aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del topacio. Y las cuatro tenían un mismo aspecto; su apariencia y su obra eran como una rueda en medio de otra rueda.

17. Cuando andaban, se movían sobre sus cuatro costados; no se desviaban cuando andaban.

18. Y sus aros eran altos y espantosos, y los aros estaban llenos de ojos alrededor en las cuatro.

19. Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban.

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