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Esdras 9:1-7 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Y acabadas estas cosas, los oficiales vinieron a mí, diciendo: El pueblo de Israel, y los sacerdotes y los levitas no se han separado de los pueblos de las tierras, de los cananeos, los heteos, los ferezeos, los jebuseos, los amonitas, los moabitas, los egipcios y los amorreos, y hacen conforme a sus abominaciones.

2. Porque han tomado de las hijas de ellos para sí y para sus hijos, y el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de las tierras; y la mano de los oficiales y de los gobernadores ha sido la primera en cometer esta infidelidad.

3. Y cuando oí esto, rasgué mi vestido y mi manto, y me arranqué pelo de mi cabeza y de mi barba, y me senté atónito.

4. Y se reunieron en torno a mí todos los que temblaban ante las palabras del Dios de Israel, a causa de la infidelidad de los del cautiverio; mas yo estuve sentado atónito hasta la ofrenda de la tarde.

5. Y a la hora de la ofrenda de la tarde, me levanté de mi aflicción, y habiendo rasgado mi vestido y mi manto, me postré de rodillas y extendí mis manos a Jehová mi Dios,

6. y dije: Oh Dios mío, avergonzado y humillado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro hacia ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestra culpa ha crecido hasta los cielos.

7. Desde los días de nuestros padres hasta el día de hoy hemos estado bajo gran culpa; y por nuestras iniquidades nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en manos de los reyes de las tierras, a la espada, al cautiverio, y al robo y a la vergüenza que cubre nuestro rostro, como hoy día.

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