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Eclesiastés 8:3-11 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

3. No te apresures a irte de su presencia, ni persistas en cosa mala, porque él hará todo lo que quiera.

4. Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: Qué haces?

5. El que guarda el mandamiento no conocerá el mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.

6. Porque para todo deseo hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él.

7. Porque no sabe lo que ha de acontecer; y el cuándo haya de acontecer, ¿quién se lo dirá?

8. No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no hay licencia en esa guerra, ni la maldad librará a los que la poseen.

9. Todo esto he visto y he puesto mi corazón en todo lo que se hace debajo del sol; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para su propio mal.

10. También vi a los inicuos ser sepultados, los que iban y venían del lugar santo, y que fueron olvidados en la ciudad donde así habían actuado. Esto también es vanidad.

11. Por cuanto no se ejecuta en seguida la sentencia contra una mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está dispuesto para hacer el mal.

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