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Eclesiastés 5:4-12 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

4. Cuando a Dios hagas promesa, no tardes en cumplirla, porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometas.

5. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.

6. No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel que fue un error. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz y destruya la obra de tus manos?

7. Donde abundan los sueños y las muchas palabras, también abundan las vanidades; pero tú, teme a Dios.

8. Si ves en la provincia opresión de pobres y perversión de juicio y de justicia, no te maravilles de ello, porque sobre uno alto vigila otro más alto, y otros más altos sobre ellos.

9. El provecho de la tierra es para todos; el rey mismo está al servicio de los campos.

10. El que ama el dinero no se saciará de dinero, y el que ama el mucho tener no sacará fruto. También esto es vanidad.

11. Cuando los bienes aumentan, también aumentan los que los consumen. ¿Qué beneficio, pues, tendrá su dueño aparte de verlos con sus ojos?

12. Dulce es el sueño del trabajador, ya sea que coma mucho o poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia.

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