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Daniel 8:2-16 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

2. Y vi en visión (y aconteció que cuando la vi, yo estaba en Susa, la ciudadela que está en la provincia de Elam), vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai,

3. y alcé mis ojos y miré, y he aquí que un carnero estaba delante del río, el cual tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro, y a la postre el más alto creció.

4. Vi que el carnero embestía con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía estar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad y se engrandeció.

5. Y mientras yo consideraba esto, he aquí, un macho cabrío venía del poniente sobre la faz de toda la tierra, el cual no tocaba la tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos;

6. y vino hasta el carnero que tenía los dos cuernos, que yo había visto que estaba delante del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza.

7. Y lo vi llegar junto al carnero, y se enfureció contra él, y lo hirió y le quebró sus dos cuernos, porque el carnero no tenía fuerzas para mantenerse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra y lo pisoteó; y no hubo quien librase al carnero de su poder.

8. Y se engrandeció en gran manera el macho cabrío; y estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.

9. Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño que creció mucho hacia el sur, y hacia el oriente y hacia la tierra deseable.

10. Y se engrandeció hasta llegar al ejército del cielo; y echó por tierra parte del ejército y de las estrellas, y las pisoteó.

11. Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra.

12. Y el ejército le fue entregado a causa de la transgresión contra el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso y prosperó.

13. Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos dijo a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la transgresión asoladora que pone al santuario y al ejército para ser pisoteados?

14. Y él me dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.

15. Y acaeció que mientras yo, Daniel, consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí, se puso delante de mí uno con apariencia de hombre.

16. Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, haz comprender la visión a este hombre.

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