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Daniel 8:10-18 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

10. Y se engrandeció hasta llegar al ejército del cielo; y echó por tierra parte del ejército y de las estrellas, y las pisoteó.

11. Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra.

12. Y el ejército le fue entregado a causa de la transgresión contra el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso y prosperó.

13. Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos dijo a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la transgresión asoladora que pone al santuario y al ejército para ser pisoteados?

14. Y él me dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.

15. Y acaeció que mientras yo, Daniel, consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí, se puso delante de mí uno con apariencia de hombre.

16. Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, haz comprender la visión a este hombre.

17. Vino luego cerca de donde yo estaba, y con su venida me atemoricé y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.

18. Y mientras él hablaba conmigo, caí profundamente dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó y me hizo ponerme de pie.

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