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Daniel 6:15-26 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

15. Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron: Sabe, oh rey, que es la ley de Media y de Persia que ningún edicto o estatuto que el rey promulgue puede ser abrogado.

16. Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel y le echaron en el foso de los leones. Y habló el rey y le dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.

17. Y fue traída una piedra que fue puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus nobles, para que el acuerdo acerca de Daniel no se cambiara.

18. Luego el rey se fue a su palacio y se acostó en ayuno; no trajeron ante él instrumentos de música, y se le fue el sueño.

19. El rey, por tanto, se levantó muy de mañana y fue apresuradamente al foso de los leones.

20. Y acercándose al foso, llamó a voces a Daniel con voz triste; habló el rey y le dijo a Daniel: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?

21. Entonces Daniel respondió al rey: ¡Oh rey, vive para siempre!

22. Mi Dios envió a su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.

23. Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios.

24. Y mandó el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados al foso de los leones ellos, sus hijos y sus esposas; y aún no habían llegado al fondo del foso cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos.

25. Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitaban en toda esa tierra: Paz os sea multiplicada;

26. de parte mía se da el decreto de que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel, porque él es el Dios viviente y permanece para siempre, y su reino no será destruido, y su dominio perdurará hasta el fin.

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