Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Cantares 2:7-13 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

7. Yo os ruego, oh hijas de Jerusalén, por las gacelas y por las ciervas del campo, que no despertéis ni desveléis al amado hasta que quiera.

8. ¡La voz de mi amado! He aquí, él viene, saltando por los montes, brincando por los collados.

9. Mi amado es semejante a la gacela o al cervatillo. Helo aquí, está detrás de nuestro muro, mirando por las ventanas, atisbando por las celosías.

10. Mi amado habló y me dijo: Levántate, oh amada mía, hermosa mía, y ven.

11. Porque he aquí ha pasado el invierno, la lluvia ha cesado y se ha ido;

12. han aparecido las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se oye el arrullo de la tórtola.

13. La higuera ha dado sus verdes higos, y las vides en cierne han esparcido su fragancia. Levántate, oh amada mía, hermosa mía, y ven.

Leer capítulo completo Cantares 2