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2 Reyes 6:29-33 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

29. Cocimos, pues, mi hijo y lo comimos. Al día siguiente yo le dije: Da acá tu hijo, y comámoslo. Pero ella ha escondido a su hijo.

30. Y sucedió que cuando el rey oyó las palabras de aquella mujer, rasgó sus vestidos y pasó así por el muro; y el pueblo vio el cilicio que traía debajo de su ropa, sobre su cuerpo.

31. Y él dijo: Así me haga Dios y aun me añada, si la cabeza de Eliseo hijo de Safat queda sobre él hoy.

32. Y estaba Eliseo sentado en su casa, y con él estaban sentados los ancianos; y el rey envió a él un hombre. Pero antes que el mensajero viniese a él, dijo él a los ancianos: ¿No habéis visto cómo este hijo de homicida envía a cortarme la cabeza? Mirad, pues, y cuando venga el mensajero, cerrad la puerta e impedidle la entrada. ¿No se oye tras él el ruido de los pasos de su amo?

33. Aún estaba él hablando con ellos cuando, he aquí, el mensajero que descendía a él dijo: Ciertamente este mal viene de Jehová. ¿Por qué he de esperar más en Jehová?

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