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2 Reyes 4:2-14 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

2. Y Eliseo le dijo: ¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite.

3. Y él le dijo: Ve y pide vasijas prestadas a todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas.

4. Entra luego y cierra la puerta detrás de ti y de tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte.

5. Y se fue la mujer de allí y cerró la puerta detrás de sí y de sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite.

6. Y sucedió que cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme otra vasija. Y él le dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite.

7. Fue ella luego y se lo contó al hombre de Dios, quien dijo: Ve y vende el aceite y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede.

8. Y aconteció que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante que le invitaba insistentemente a que comiese; y sucedía que cuando él pasaba por allí, entraba en su casa a comer.

9. Y ella dijo a su marido: He aquí, ahora yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa es un hombre santo de Dios.

10. Yo te ruego que hagas un pequeño aposento arriba con paredes, y pongamos en él cama, y mesa, y silla y candelero, para que cuando venga a nosotros, se quede en él.

11. Y aconteció que un día pasó él por allí, y se quedó en aquel aposento y durmió allí.

12. Entonces él le dijo a Giezi, su criado: Llama a esta sunamita. Y cuando él la llamó, ella se presentó ante él.

13. Y dijo él a Giezi: Dile: He aquí, tú nos has atendido con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Quieres que hable por ti al rey o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo.

14. Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí, ella no tiene hijo y su marido ya es viejo.

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