7. Dichosos tus hombres, y dichosos éstos tus siervos que están siempre delante de ti y oyen tu sabiduría.
8. Bendito sea Jehová tu Dios, quien se ha complacido en ti, poniéndote sobre su trono como rey para Jehová tu Dios; porque tu Dios amó a Israel, afirmándolo perpetuamente; por eso te ha puesto como rey sobre ellos, para que hagas juicio y justicia.
9. Y dio al rey ciento veinte talentos de oro, y una gran cantidad de especias y piedras preciosas; nunca hubo tales especias como las que dio la reina de Sabá al rey Salomón.
10. También los siervos de Hiram y los siervos de Salomón, que habían traído el oro de Ofir, trajeron madera de sándalo y piedras preciosas.