17. Y entró tras él el sacerdote Azarías, y con él ochenta sacerdotes de Jehová, hombres valientes.
18. Y se pusieron contra el rey Uzías y le dijeron: No te corresponde a ti, Uzías, el quemar incienso a Jehová, sino a los sacerdotes hijos de Aarón, que son consagrados para ello. Sal del santuario, porque has pecado, y no te será para honra de Jehová Dios.
19. Entonces Uzías, que tenía en la mano un incensario para ofrecer incienso, se llenó de ira; y en su ira contra los sacerdotes, la lepra le brotó en la frente, delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del incienso.