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1 Samuel 6:7-19 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

7. Haced, pues, ahora un carro nuevo y tomad luego dos vacas que críen, a las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro y haced regresar a casa sus becerros.

8. Tomaréis luego el arca de Jehová y la pondréis sobre el carro, y pondréis en una caja al lado de ella los objetos de oro que le habéis de enviar como ofrenda por la culpa; y la dejaréis que se vaya.

9. Y mirad; si sube por el camino de su territorio a Bet-semes, entonces él nos ha hecho este mal tan grande; y si no, sabremos que no fue su mano la que nos hirió, sino que ocurrió por casualidad.

10. Y los hombres lo hicieron así; y tomaron dos vacas que criaban, y las uncieron al carro y encerraron en casa sus becerros.

11. Y pusieron el arca de Jehová sobre el carro, y la caja con los ratones de oro y con las figuras de sus tumores.

12. Y las vacas se encaminaron por el camino de Bet-semes; e iban por el camino andando y mugiendo, sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda; y los príncipes de los filisteos fueron tras ellas hasta los límites de Bet-semes.

13. Y los de Bet-semes segaban el trigo en el valle; y alzando sus ojos, vieron el arca y se regocijaron cuando la vieron.

14. Y el carro llegó al campo de Josué, un bet-semita, y se detuvo allí donde había una gran piedra; y ellos cortaron la madera del carro y ofrecieron las vacas en holocausto a Jehová.

15. Y los levitas bajaron el arca de Jehová y la caja que estaba junto a ella, en la cual estaban los objetos de oro, y los pusieron sobre aquella gran piedra; y los hombres de Bet-semes ofrecieron holocaustos e hicieron sacrificios a Jehová en aquel día.

16. Y cuando vieron esto, los cinco príncipes de los filisteos volvieron a Ecrón el mismo día.

17. Éstos, pues, son los tumores de oro que pagaron los filisteos a Jehová como ofrenda por la culpa: por Asdod uno, por Gaza uno, por Ascalón uno, por Gat uno, por Ecrón uno.

18. Y los ratones de oro fueron conforme al número de todas las ciudades de los filisteos pertenecientes a los cinco príncipes, tanto de las ciudades fortificadas como de las aldeas sin muros; la gran piedra, sobre la cual pusieron el arca de Jehová, está en el campo de Josué, el bet-semita, hasta hoy.

19. Entonces hirió Dios a los de Bet-semes, porque habían mirado dentro del arca de Jehová; hirió del pueblo a cincuenta mil setenta hombres. Y el pueblo hizo duelo, porque Jehová lo había herido con tan gran mortandad.

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