15. Y sucedió que cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y había muerto, dijo a Acab: Levántate y toma posesión de la viña de Nabot de Jezreel, la que no te quiso dar por dinero, porque Nabot ya no vive, sino que ha muerto.
16. Y aconteció que cuando Acab oyó que Nabot había muerto, se levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella.
17. Entonces vino la palabra de Jehová a Elías, el tisbita, diciendo:
18. Levántate, desciende a encontrarte con Acab, rey de Israel, que está en Samaria; he aquí, él está en la viña de Nabot, a la cual ha descendido para tomar posesión de ella.
19. Y le hablarás, diciendo: Así ha dicho Jehová: ¿No sólo has matado, sino que también has despojado? Y volverás a hablarle, diciendo: Así ha dicho Jehová: En el mismo lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre.
20. Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido para hacer lo malo ante los ojos de Jehová.
21. He aquí, yo traeré el mal sobre ti, y barreré tu posteridad y talaré de Acab hasta el último varón, tanto al siervo como al libre, en Israel.
22. Y yo pondré tu casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías, por la provocación con que me has provocado a ira, y por haber hecho pecar a Israel.
23. De Jezabel también ha hablado Jehová, diciendo: Los perros comerán a Jezabel junto al muro de Jezreel.
24. Al que de Acab muera en la ciudad, los perros lo comerán, y al que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo.